Un espectáculo que gira en torno a una rueda de afilar de los años 30 heredada por el Mago Teto de sus ancestros. El afilador, un oficio que tuvo su apogeo en los siglos XVIII y XIX (y prácticamente extinguido en el siglo XX) se desplazaba cientos o miles de kilómetros por unos meses, o incluso años, con la única compañía de su rueda. Miles de historias y aventuras de otros tiempos son puestas en escena con la ayuda del ilusionismo. Para los efectos de magia de este espectáculo se emplean elementos típicos de los afiladores como pueden ser cuchillos, tijeras, navajas y parauguas, en un sho que puede representarse tanto en interior como en exterior. Esta última versión va acompañada de un pasacalles en el cual el ilusionista hace juegos de magia de cerca a los viandantes. El espectáculo ideal se adapta muy bien para ferias y eventos en exterior, ya que todo ve auto-contenido en la "tarazana" (nombre que recibe la rueda en barallete, dialecto de los afiladores) que porta el ilusionista.