Pepe Viyuela es uno de los artistas cómicos más conocidos de España, en los escenarios y en la pantalla, en una trayectoria que va desde sus participaciones en el Un, dos, tres al Chema de la serie Aída o el Filemón en la adaptación cinematográfica del Mortadelo e Filemón de Ibáñez. Esta popularidad es paralela al reconocimiento de la profesión, con hitos como su Premio Max en 2016, por su papel protagonista en el Rinoceronte de Ionesco que dirigió Ernesto Caballero.
En su clásica Encerrona, Pepe Viyuela nos presenta una reflexión sobre lo cotidiano desde la perspectiva del payaso. El protagonista vive la experiencia de quedarse atrapado en las tablas: cuando entra en escena, no sabe dónde se está metiendo. El personaje engañado entra allí porque le indicaron ese camino, y se encuentra con el público. Él no ha venido a actuar pero se ve obligado a ello. El terror a las miradas de ese público lo lleva a querer escapar, a buscar una salida. Pero alguien invisible le impide escapar y lo obliga a permanecer en el escenario, enfrentándose a esos ojos que no se apartan de él.